Matrix es una película de culto realizada en Estados Unidos en 1999. Está escrita y dirigida por Andy Wachowski y Lana Wachowski (Hermanos Wachowski). Es de género ciencia ficción, fantástico, acción y thriller.
Thomas Anderson (Keanu Reeves) es un genial programador de una gran compañía de software. Fuera de su trabajo se convierte en Neo, un hacker que un día es visitado por alguien misterioso…
La ciencia ficción (o más bien la ficción científica) cuenta en su archivo con muy pocas obras que se puedan considerar excepcionales, seguramente porque al mismo tiempo que se pretende domeñar sus códigos y su esencia, se debe crear algo personal, algo original. Eso es extremadamente difícil, algo que muy pocos han logrado convertir en algo único. Ejemplos como ‘Metrópolis’, ‘Stalker’, ‘Terminator’ o ‘El planeta de los simios’ dejan claro hasta dónde puede llegar esta forma de crear cine radiografiando el presente y profetizando el futuro.
‘La realidad que vivimos, no es real’. Esa es la premisa con la que el universo ‘Matrix‘ comienza. Este universo hace homenajes a la práctica totalidad de las culturas y religiones que el ser humano ha ido creando y modelando a lo largo de su historia. ‘Matrix‘ ha provocado que muchos busquen lecturas escrutando cada plano de esta trilogía en la que ‘Matrix‘ es sólo el inicio pero también la más completa de las tres. ‘Matrix‘ es la única de las tres que puede ser visualizada sin necesidad de ver sus secuelas, además de ser la más revolucionaria de éste género en los últimos años.
Podríamos escribir multitud de libros haciendo referencia a la gran cantidad de fuentes mitológicas, políticas, religiosas, filosóficas y populares de las que ‘Matrix‘ hace referencia. Es por ello una de las cintas más aclamada de los hermanos Wachowski. Pero no sólo entra en el club de las cintas de referencia por su variedad de fuentes, sino también por su revolución tanto narrativa como visual que trajo consigo el estreno de la película en el año 1999.
Revolución narrativa porque ‘Matrix‘ es estructurada en un universo en expansión (si lo percibimos desde el ojo de un espectador novel que se enfrenta por vez primera a la saga). La dificultad en la trama se va complicando a medida que avanza la película, haciendo que el espectador deba no sólo permanecer atento a lo que sucede en pantalla, sino también a tener que volver a verla un mínimo de dos veces para poder sacar en claro aspectos que se hayan quedado en el aire en su primera visualización. ‘Matrix‘ es coherente y su argumento es fácil de seguir. Por ello se convierte en la mejor de la saga. Posteriormente, con las secuelas, la trama si es verdad que se les va un poco de las manos y es bastante más difícil de seguir.
Los Wachowski elaboran dos universos paralelos: un mundo virtual en donde todo es perfecto y muy atractivo como la vida misma (con sus miserias y placeres); y una realidad tan llena de desesperanza y desoladora que no sorprende que muchos quieran renunciar a ella por una vida artificial. Poder presentar, explicar, comprimir y explotar el argumento de esta película no es algo que puedan hacer la gran mayoría de directores de éste género.
En el aspecto visual no únicamente revolucionó por su novedad, sino que también significó el comienzo de otra etapa en el lenguaje visual del cine moderno. El impacto de ‘Matrix‘ fue tal que su legado a traspasado el propio género, llegando a películas como ‘Terminator II’ o ‘El señor de los anillos’. Ese efecto de bullettime, donde se muestra a Trnity realizando esos movimientos asombrosos en el inicio de la película, realmente ha dejado claro que se trataba de algo novedoso. No sólo hay que mencionar los efectos especiales, también es digna de nombrar la fotografía, con sus escenas de acción, basadas en el cine oriental, y montadas de manera minuciosa, tanto en escenas de lucha cuerpo a cuerpo como también en escenas más aparatosas. La gran parte de los planos tienen un sinfín de pequeños detalles que obliga al espectador a revisar cada secuencia para no perder detalle. Si a todo ello le sumamos una genial banda sonora donde hay una muy acertada selección de piezas musicales del momento como ‘Prodigy’, ‘Propellerheads’ o ‘Rob Zombie’, deja claro que estamos ante una de las películas más importantes del género.
Pasados ya más de 15 años de su estreno aún sigue luciendo mucho mejor que obras que han sido estrenadas recientemente, siendo, desde luego, una de las obras más ambiciosas en contenido que el cine nos ha podido regalar.
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